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Mostrando entradas de abril, 2021

Casa de citas: La arboleda perdida (8)

Las citas provienen de La Arboleda Perdida (Barcelona: Galaxia Gutenberg, Círculo de Lectores, 2003. Parte 1 y Parte 2) de Rafael Alberti. El título que acompañan al fragmento transcrito es mi propia arbitrariedad, que así imagina lo que contiene la palabra propuesta.  Fantasma: - Aquí no queda nadie. De aquí todos se han ido – me respondió la voz del jardinero… (sp, 250) Nocturna: Influido por no se qué exposición, vista en Madrid, de malos paisajes pintados con luz de luna, quise yo ensayar lo mismo marchándome, sigiloso, de mi casa, una noche de claro plenilunio a horas que supuse que mis padres dormían. (…) Cuando llegada la mañana mostré a los de mi casa mi Puerta de Alcalá iluminada por la luna, separando a uno de mis hermanos, al mayor, que sonreía burlonamente, le dije: - Para que veas tú también que se puede salir de noche sin necesidad de ir de putas. (pp, 134-135). Oscura: Como mi padre siempre andaba de viaje por el norte de España, representando no ya los vinos suyos, sin

Casa de citas: La arboleda perdida (7)

Las citas provienen de La Arboleda Perdida (Barcelona: Galaxia Gutenberg, Círculo de Lectores, 2003. Parte 1 y Parte 2) de Rafael Alberti. El título que acompañan al fragmento transcrito es mi propia arbitrariedad, que así imagina lo que contiene la palabra propuesta. Alimento (o Evocación de Rebeca Buendía) De niño, arrancándola con las uñas, me comía la cal de las paredes, alimento que aún perdura en la corriente de mi sangre, que ilumina, oculto, mis médulas. (sp, 307) Aventura: La verdad es que nada existe como soltar la poesía al viento, cantarla, modularla, llenando los oidos del alma de la gente, en medio de una plaza, junto al mar, en un lugar cualquiera. Hasta la poesía más difícil, o hermética, puede cavar, abrir un pozo resonante, en los oidos de la gente, como yo lo he hecho leyendo la Fábula de Polifemo y Galatea en medio de un acfé al aire, dejando perplejos a los que me escucharon. Hacer lo mismo que el viento, que va arrastrando por ahí su bello y tumultuoso silabario…