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Copy-Paste: Dioses que mueren, dioses que viven

Fuente: Ex-sacerdote, católico, de origen irlandés y radicado en norteamérica, John Dominic Crossan ha desarrollado una singular reflexión teológica plagada de retos y de buena escritura. Sus retos suelen ser tachados como 'mala' teología; su buena escritura, como 'confusión argumentativa'; ambas acusaciones esconden el hecho de que su obra teológica desnuda a la teología. En 2010 publica The Greaster Prayer, que en la traducción de 2011 (Sal Terrae) se llamó Cuando oréis decid: "Padre Nuestro...". De allí, en pgs.122-123:

Zeus era un poderoso Dios cuyo poder progresaba con las picas de las falanges de Alejandro, desde las llanuras de Macedonia hasta la región montañosa del Hindu Kush. Pero un día murió sin que nadie lo matara. Simplemente, dejó de ser relevante. También Júpiter era un Dios poderoso que progresó con las espadas de las legiones romanas desde las orillas del mar de Irlanda hasta las riberas del río Éufrates. Pero llegó un día en que también murió sin que nadie lo matara. Simplemente, dejó de ser relevante. Su muerte no se debió a un castigo divino, sino a las consecuencias derivadas del fracaso de aquellos gobernantes. Los dioses poderosos mueren cuando el poder humano que los sostiene tambalea y sucumbe. Pero, ¿cómo podría llegar a morir alguna vez un Dios de Justicia? ¿No habría que destruir primero la sed de justicia en todo corazón humano?

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