En el siglo XXI, el capitalismo -como sistema social predominante- experimentó un profundo e inusual cambio. Inició el siglo como evidente interferencia autodestructiva, pero mutó en la segunda década hacia una inasible autopoiesis suicida, mesiánica y delirante. Por esto es imposible enfrentarlo. Por esto es necesario enfrentarlo.
La referencia, en la fuente. El nombre de la entrada, la plabra que me evoca. Actualidad: Descubrió entonces que el interés de la gente por la actualidad es una ilusión: la novela resignada que todo el mundo lee y escribe a la vez mientras se le van yendo los días por entre las manos. Fuente : Constaín, Juan Esteban. Cartas abiertas . Bogotá: Penguin Random House, 2022, p.55. Putrefacto: El putrefacto, como no es difícil deducir de su nombre, resumía todo lo caduco, todo lo muerto y anacrónico que representaban muchos seres y cosas. Dalí cazaba putrefactos al vuelo, dibujándolos de diferentes maneras. Los había con bufandas, llenos de toses, solitarios en los bancos de los paseos. Los había con bastón, elegantes, flor en el ojal, acompañados por la bestie. Había el putrefacto académico y el que sin serlo lo era también. Los había de todos los géneros: masculinos, femeninos, neutros y epicenos. Y de todas las edades. Fuente : Alberti, Rafael. La arboleda perdida . Barcelona: Galaxia Gut...
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