Árbol, un ejercicio de 1989. Tierra y Brisa, de 1987.
ÁRBOL
Respiro hondo la sombra del árbol.
Palpo suave la savia del árbol.
Observo atento la raíz del árbol.
Miro. No soy árbol.
Cae con levedad el silencio en torno y llega,
perezosa culebra de luz, a mis pies.
Allí se alza sin permiso, penetra
arrojando las buhardillas desconocidas de mi casa
ante mis heridos ojos ya tan temprano.
Merodea entre los escorzos y tan de repente
me hunde al mundo con su picotazo de águila
furiosa, dejando al aire los más dolorosos
nervios, que beben, obligados, de la sangre
de la brava tierra en sus gemidos y sueños
de piel desgarrada entre frágiles estoraques
desleídos por las manos de la ciudad.
Respiro hondo, sombra de árbol.
Palpo suave, savia de árbol.
Observo atento, raíz de árbol.
Siento. Como un árbol.
Ya no silencio ni serpiente. Ahora
como sangre que se desliza entre la fruta cuyo ojo
se levanta espejo que es mi propia entraña
diciendo cada gota de estrella y cueva oscura
por un instante inmenso con rumor de tambores,
cópula del primer horror y del primer beso
encendiendo el derrame en un cauce histérico
pero preciso, para apenas dejar entrever
la sombra y el descanso y la retribución cantada
que desmoronará el seco ayer del concreto y el yeso.
Respiro hondo, árbol.
Palpo suave, árbol.
Observo atento, árbol.
Somos árbol.
TIERRA
Allí,
luego del tiempo evocado que zumba una mirada,
luego del tiempo inmóvil que pellizca al universo,
luego del tiempo viejo del aullido primigenio,
quizás una tierra fértil, dócil,
el abismo que palpita en el cruce del camino con una piedra sangre de mojón,
humedecidos por la lluvia metálica que en su tintineo regala cantos de oro
entonados por un dueto de ojo oscuro y arco tenso,
gemelos de tu garganta color barro.
Allí,
esta tierra tuya y mía,
sanando cada veneno que agotó el parir.
BRISA
Viento sin nombre se acerca, desconocida.
Brisa que abre, cierra,
desconocida.
Cada hálito nuestro, distante pero pretencioso.
Vaho apenas, como fuego fatuo,
de leve risa y lágrima,
desconocido.
Viento, brisa, hálito,
desconocidos.
Comentarios