Uno
Lanza húmeda como piedra
vertical hacia la obra humana,
similar a un dios que escupe
la floreciente altura de las torres,
despereza el suelo agredido.
Intermedio en la Ciudad
Ayer estornudó y se fisuró la costilla, cuenta. Madre con cáncer. Incurable. Ha sido una semana difícil, entre oncólogos, de cuidado en cuidado. Ha sido una semana linda, cuenta, recordando las caras de agradecimiento en su tiempo regalado y compartido con las gentes con quienes ha trabajado.
Pasó el semáforo en rojo, me atropelló al chinito, y se voló, cuenta. Ambulancia. Policía. Médico. Operación, de urgencia. Reposo en el silencio de la clínica. Duerme el niño, las lágrimas secas ya. Se veía tan tranquilo, cuenta.
Me buscaban a mí, cuenta. La presencia minera la impiden los subversivos, opinan ellos, y al no encontrar a su presa, violaron y descuartizaron a su vieja hermana solterona, quien le cuidaba la casa en su ausencia. ¡Fuera Gerrillo!, escribieron en la pared, con la sangre de la mujer. Hay que seguir hablando, hay que seguir diciendo, decide, confiando en que su última bala se demore.
Dos
En alguna esquina, a pesar
del abandono del ángel,
un niño, o un loco, canta.
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