Los títulos de las citas, mi cosecha. El resto, copy-page, siempre citando la fuente.
Anhelo:
Odio tu vestido celeste
tu ropa interior llena de trampas tirantes
todo lo que me oculta tus dulces nalguitas sonrojadas
tus pechos de piedra blanca
hechos para las bocas de los niños adultos
tu vientre que es mi patio para jugar con soldaditos de plomo
a los ojos de un sol perfectamente inventado.
Fuente: Roque Dalton, “El ser social determina la conciencia social”, en: Taberna y otros lugares, p.131.
Anhelo:
Odio tu vestido celeste
tu ropa interior llena de trampas tirantes
todo lo que me oculta tus dulces nalguitas sonrojadas
tus pechos de piedra blanca
hechos para las bocas de los niños adultos
tu vientre que es mi patio para jugar con soldaditos de plomo
a los ojos de un sol perfectamente inventado.
Final:
Aquella casa, para empezar a decir algo funcional a su respecto, era deliciosa de habitar, tal esos sueños que se nos repiten de cuando en cuando y nos van configurando poco a poco un ideal de no sé qué, cuyos definitivos perfiles y texturas venimos tan sólo a comprender 23 horas antes de morir.
Fuente: Roque Dalton, “La casa de Carlos”, en: Taberna y otros lugares, UCA Editores, Sal Salvador 2000, p.98.
Pedrea:
Nadie vendrá a defender esta sed de mendrugos.
Nadie te alcanzará para eso el adoquín, el arma justa.
Fuente: Roque Dalton, “El primogénito”, en: Taberna y otros lugares, UCA Editores, San Salvador 2000, p. 61
Comentarios