El encabezamiento arbitrario de la cita, c'est moi.
Ruego:
pedimos el abrazo,
el ambulante nido para la desangrada palabra
que un día descubrimos y que venimos ahora a repartir.
Fuente: Roque Dalton, “Pedimos”, en: La ventana en el rostro, UCA Editores, Sal Salvador 1998, p.46
Olvido:
Ni el olvido es la tormenta que imaginaste:
tan sólo un tenue velo de color amarillo
cayendo por su propio peso en el acuario de las orquídeas.
Fuente: Roque Dalton, “Reflexión ante el espejo”, en: Taberna y otros lugares, UCA Editores, San Salvador 2000, p.139.
Decoración:
O cuando les digo que voy a escribir al Museo de Madame Tussaud para que me manden la cabeza de mi bisabuela María Antonieta y la cabeza de Robespierre y la del cura Hidalgo y que las voy a colocar en mi recámara de Bouchout y que todas las mañanas voy a conversar con ellas, a ponerle colorete a María Antonieta para que no se vea tan pálida, y con polvos de arroz a blanquear la cabeza del cura Hidalgo que se puso negra de tanto estar colgado a la intemperie en una jaula y que en las noches las voy a colocar cada una en una campana de vidrio y que voy a pedir también que me envíen la cabeza de Carlos Primero de Inglaterra, y la cabeza de Von Katte el amigo y amante de Federico el Grande que fue decapitado ante sus propios ojos por órdenes de su padre el Rey Sargento, y la cabeza de Mons el amante de Catalina Primera de Rusia que le obsequió su marido Pedro el Grande y la obligó a tenerla en su recámara también bajo una campana de vidrio para que así no olvidara su traición la pobre Catalina que nunca dejó de ser una criada, una campesina lituana, y que cuando me la encontré en la Exposición se caía de borracha.
Fuente: Fernando del Paso, Noticias del Imperio, Plaza & Janés Editores, Barcelona 1994, capítulo IX, p.316s.
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