Estaba el puño escondido. Del cuándo no se supo: tan sólo que ahora eriza. Pierde sueño, peligro y sangre late, cansancio de púas abandonado que resiste su retirada. El alguna vez como acontecer cansino se alza pétreo, se hace cielo, horizonte final, verticalidad absoluta y muda. El anhelo del verdor vuélvese un apenas.
La referencia, en la fuente. El nombre de la entrada, la plabra que me evoca. Actualidad: Descubrió entonces que el interés de la gente por la actualidad es una ilusión: la novela resignada que todo el mundo lee y escribe a la vez mientras se le van yendo los días por entre las manos. Fuente : Constaín, Juan Esteban. Cartas abiertas . Bogotá: Penguin Random House, 2022, p.55. Putrefacto: El putrefacto, como no es difícil deducir de su nombre, resumía todo lo caduco, todo lo muerto y anacrónico que representaban muchos seres y cosas. Dalí cazaba putrefactos al vuelo, dibujándolos de diferentes maneras. Los había con bufandas, llenos de toses, solitarios en los bancos de los paseos. Los había con bastón, elegantes, flor en el ojal, acompañados por la bestie. Había el putrefacto académico y el que sin serlo lo era también. Los había de todos los géneros: masculinos, femeninos, neutros y epicenos. Y de todas las edades. Fuente : Alberti, Rafael. La arboleda perdida . Barcelona: Galaxia Gut...
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